martes, 30 de septiembre de 2008

Merecimiento

Como el año pasado:  inundación fuerte en puerta y muchos, muchísimos son los que siguen quejándose, culpando a un gobierno que -como se ve en las fotos- no es sino una extensión de nosotros mismos: mexicanos, muy mexicanos. La culpa es de todos.          

viernes, 19 de septiembre de 2008

Uno de José Agustín Goytisolo

Día anodino

 

Se asoma a la ventana. Está la calle

 

con gente haciendo ruido en el mercado

 

y en la calzada coches y autobuses

 

atienden al semáforo. Todo es

 

una vida ordenada que se cumple

 

tediosa. Y él escapa hacia la ducha

 

de un día repetido. Bajo el agua

 

alguna imagen y otra y otra más:

 

son los ojos de gata de su prima

 

la donosura de un círculo en flor

 

la última carta para un póquer de ases

 

o el vaso helado del primer gin-tónic.

 

En un dia anodino cosas dulces.

 

jueves, 18 de septiembre de 2008

Uno de los mejores, seguro

Yo soy de los que saben cuándo salen los discos. Los que me interesan, claro. Lo mismo las pelis, los conciertos. Cuando salió el anterior CD de Metallica, St. Anger, el mismo día que salió a al venta –y unas horas antes de ir a uno de sus conciertos para 300 personas en París– vi a muchos desvergonzados tirarse de los cabellos y rumiar que Metallica ya no valía nada y que eran unos vendidos y cuántas cosas más. De entre todas las necedades, la que más recuerdo es “Ya no suena al Metallica de Master of puppets”. La recuerdo porque, de entre todos los comentarios necios, éste se me hacía el peor: el más obtuso y necio. Porque, a final de cuentas, ¿para qué queremos que Metallica suene a Master of puppets, un disco de hace 20 años? Para eso está ese disco, bien hechecito y metalero, para que nos deleitemos todo lo que queramos con uno de los mejores discos de metal de la historia (si no es que el mejor...). Total, que la gente despotricando contra el St. Anger y yo nomás disfrutándolo por lo bajo, sí, disfrutando un disco hecho con coraje y con ganas no de gustar, sino de expresar, de sacar: un disco de metal en toda la extensión del término. Esto, hace 5 años...

 

Eel viernes pasado, después de mucho aplazamiento y mucho esperar (y los despistados de MixUp diciéndome que el disco estaba en bodega pero que pa’ la tarde ya lo tendrían en la tienda), salió el noveno disco de Metallica, Death magnetic. Durante semanas resistí a la tentación de escuchar los retazos que circulaban por Internet grabados quién sabe dónde; caí, sí, cuando salió el primer video del disco, hace como dos semanas: lo que escuché me gustó. Hasta ahí. Conociéndome, sabía que solo había de dos sopas: o el tiempo iba a hacer crecer en mí la música, o simplemente no pasaba de ahí. Lo segundo, me dije, lleva el CD al anaquel de lo bueno-que-pudo-ser-mejor. Lo primero, en cambio, anticipa grandezas. Y eso, justamente eso, he estado viviendo esta semana, una semana enmarcada por una música pesada, excelente, rápida, justa: exacta. El nuevo disco de Metallica –se me llena el alma al decirlo– es un discazo. Sí, Death magnetic es uno de los mejores discos de Metallica y de toda la historia del metal. Y cómo no, si tiene todo para hacerme alucinar: riffs perfectos, canciones de más de 8 minutos, canción instrumental, la voz cañerísima, solos por todos lados, el sonido peculiar de Metallica,... Coño, que Metallica me demostró, otra vez, porqué es mi grupo favorito.

 

viernes, 12 de septiembre de 2008

Invariablemente, la inminencia de la condena solo alcanza a susurrarnos lo que ya pasó

 

dominio: un misterio

 

                                                un destello

 

                                                                                basta

 

jueves, 11 de septiembre de 2008

Placer mayor por partida doble

El fin de semana pasado fue, para mí, una fiesta musical. Como pocas veces, creo. Pude conjuntar los dos extremos de mis gustos musicales, esos en donde de veras me siento cómodo. Reconocí, asombrado, que la experiencia de la música en vivo, siempre que sea real y apasionada, produce en mí la misma sensación: un arrobo, una sorpresa. Nunca se es el mismo después de escuchar música.

Sábado - Marduk


Domingo - durante el concierto de apertura de la Orquesta Sinfónica Nacional, un pilón por parte del violista: un solito de la sonata para viola op. 25 de Paul Hindemith

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El ataque de los hadrones


Está la banda desesperada porque muchos alarmistas curiosos y hasta periódicos de poca monta reportan el inminente peligro que cierne hoy sobre nuestras míseras cuanto universalmente insignificantes vidas. Sí: le dieron luz verde al técnico en electrónica que arranca el LHC y la gente se espera de todo cuando ello viene sucedido de términos como colisión, origen del universo, definición de masa etc.

Pa' los que de plano no se aguantan la angustia de sabernos a punto de ser devorados por temible y alevoso agujero negro, les sugiero verificar la continuidad -o no- de la vida.

(¿Que qué es el LHC? Mi amigo Roberto seguro que les puede responder mejor que yo...)