lunes, 26 de noviembre de 2007

In vino veritas

En Aguascalientes, hace menos de 1 mes. Tampoco mucha opción: junto al plato de cordero tatemado, ¿qué? Pensamos en Navarro Correas, que era lo medianamente atractivo de la carta y que ya hace nombre bastante. Pero mostraron ese cepaje merlot-cabernet-malbec que, mejor, ni para qué. Entonces agarra Juan Manuel y me pregunta si me gusta la shiraz (o syrah, como prefieran). Y nos hicimos de éste: Lindemans shiraz 2005, Australia. ¡Qué ricos los tacos de cordero! Envolvió el tinto deliciosamente el picor de una salsa borracha y ese regusto único y fanfarrón del cordero. Quedaron ganas de más, sí, pero compromisos al día siguiente, temprano, y la necesidad de una cabeza fresca nos lo impidieron. Valió la noche, claro.

4 comentarios:

help[1].txt dijo...

PUES ALLERE FLAMMAM VERITATIS.!

Carlos Palavicini dijo...

Chido. Y, ya entrados, me topé con esto que cae al puro tiro: Si bene commemini, causae sunt quinque bibendi: hospitis adventus, praecens sitis, atque futura, aut vini bonitas, aut quaelibet altera causa

Unknown dijo...

Jaja; siguiendo con el tema, que opinan:
liañ o gh ña ogh, ñ ad ugñ doagñogi ñioau gm giu bño ag mvl kgldg sfk hd rgag!!!ç
Déjense de mamadas pinches políglotas alcohólicos!!
Sigan bebiendo que la vida es breve....
PD Cartitas en lo obscurito para otro blog

Carlos Palavicini dijo...

Pongo traducción, pues (¿no saben buscar en Google o qúe?): Si mal no recuerdo, son cinco los motivos para beber: la llegada de un amigo, la sed presente, la sed futura, las bondades del vino y cualquier otra razón. ¿Ya?