viernes, 11 de abril de 2008

Those were the days...

Apuntaladora de nostalgias, una fotografía dispara las más de las veces sin acertar en el blanco de la sonrisa, del recuerdo o del suspiro. Pasa, como pasa lo absurdo del día y sus actores. Pero una que otra se cuelga de algo que no hace sino dar vueltas dentro del tiradero de escombro que es nuestra memoria y ya nos preguntamos por fechas y destinos. Definitivamente, se compara el presente contra un pasado invariablemente alardeado y romantizado: el resultado es, ahora sí, un suspiro dibujado en sonrisa que alcanza, si acaso, a desprender de nosotros la pregunta ¿Quién soy? al final del día.

 

(lo anterior, claro, arrosé de la delicia por vía auditiva de Thus spoke the nightspirit de Emperor y bien montado en la inminencia de una serie Olmecas–Sultanes que mueve a emoción genuina...)

 

1 comentario:

jorge dijo...

Bueno, bueno, amigo que pinche foto mas ecléctica!
Como siempre un placer leerte, espero que todo vaya bien y que los aguerridos Olmecas te esten dando satisfacciones.
Un abrazo enorme para ti y para Camenchi y extiende nuestros saludos y amistad a todo la banda: Adolfo y su compañera (por no decir su mujer, que el posesivo me rechina al escribirlo), Carlos Camelo y demas gente bonita de aquellas calidas tierras.
Volviendo a la foto, recuerdas que estaba escrito en el cartel verde que se ve justo al lado del numero once?
Solo para saber con motivo de qué, vemos a un punketa, un chero montaperros, el muchacho muy formal de la camisa blanca y usted amigo, juntos en esa increible fotos para el recuerdo.
Jorge.