lunes, 1 de diciembre de 2008

Gay Pride

De paria a cool a quién sabe cuántas cosas más, lo gay parece estarse definiendo, finalmente, como lo que es: una preferencia. Y ya. Tan relevante o sosa como la heterosexualidad, la inclinación por los helados, el gusto por la tambora, la afición al béisbol, la preferencia por el western. En una época cuando la homosexualidad aún era motivo de debate -ahora, cualquiera que alegue enfermedad o desvío se arriesga a que se le considere desvalido mental-, me reí bastante con el Queer Duck:

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya te habias tardado