jueves, 29 de noviembre de 2007

Ciencia y estética




Por ahí, unas fibras ópticas no nuevas pero sí muy locas que tienen la pinta que se muestra arriba. Las fotos, tomadas con microscopio electrónico, ponen en evidencia su particularidad: agujeros de aire que recorren la fibra -fabricada en silicio, i.e., vidrio vil- paralelos a su eje principal y que provocan muchas, muchas cosas divertidas, sobretodo a la luz que las recorre, incauta y azotada. ¿Idea del tamaño? El diámetro de los agujeros de la fibra de enmedio, por ejemplo, miden menos de 2 micrómetros. Nada, pues (aunque sí mucho, si se anda en estas historias). Fibras ya no para transmitir, sino para actuar. A veces, sin avisar, dejo mi libro a un lado o bajo el volumen a la música... y las extraño.

2 comentarios:

help[1].txt dijo...

¿y qué pasó?

Carlos Palavicini dijo...

Pasa que la nostalgia surge de lo que representan: una forma de vida más válida y gratificante, casi un trabajo idóneo. Dejo la primicia: quizás se vuelva a ello, cosa de esperar un tiempo, una respuesta. Ya hablaremos de esto en un par de semanas...