miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Qué es el arte?

 

Reconozco talento Reconozco el genio Me cuesta A veces Cargarme la cabeza con escuelas–apellidos–técnicas–géneros Dobleces todos de la vocecita interior que solo nos dice Lo que queremos escuchar ¿El arte como justificación de nuestra estancia? Que si respuesta a la Gran Pregunta Que si expresión de la cohesión entre hombres Que si culminación de tiempos y costumbres en un solo Sublime Momento No me lo creo El arte es otra cosa Y Sin embargo Me queda lejos Hoy Cualquier caguengue hace arte Antes También Nada ha cambiado Como no sea el precio Licuadora con pececillos vivos dentro – Presione el botón de encendido – Arte Toma 25,000 dólares La schnabeliana pintada de llantas y a rodar sobre la tela Arte Toma Lo menos 1,000,000 dólares Más: ¿Altamira y Lascaux? Arte ¿Cuervos sobrevolando bonito campo de trigo en tela? Arte ¿Vivaldi chiflando por enésima vez un concierto para violín? Arte ¿Vargas Acá abajo Cantando la inminencia del desastre? Arte ¿Un perro atado y abandonado a su (m)(s)suerte en la esquina de un museo? Arte ¿Una fotografía de los anaqueles de un supermercado? Arte Todo arte Qué bueno que no tengamos ya varitas para medir el nivel artístico de las cosas Todo a ojo de buen cubero Bah Puras patrañas vueltas escupitajos contra uno mismo

 

2 comentarios:

help[1].txt dijo...

Según viene señalando Zygmunt Bauman, la nuestra es una época de aceleración de la experiencia, de "imperio de lo efímero", de "ascenso de la insignificancia".

Pero, ¿qué ocurre con el arte? ¿Cuál puede ser su función cuando todo fluye?
¿Debe hacerse él mismo líquido? ¿Debe ser reflejo de su época? o ¿Debe dar fijeza y pausa, trazar tradiciones, platar hitos, cargar los sentidos y seguir buscando lo duradero?

Saludos!

Carlos Palavicini dijo...

Precisamente ese es el meollo, Nelson: la indefinición del arte da pie a cualquier cosa. Dignas o espeluznantes, las obras de arte actuales son escurridizas. En muchos casos, tristemente, no alcanzan a conformar una ola, así sea temporal, para refrescar al mundo y sacudirle el polvo a esa costra gris, absurda. PD Interesante el enfoque de nuestra época como el de una época acelerada -tanto, quizás, que raya en la insensatez.