Parques
Algo se trama, La luz sólo se observa cuando se va. El aire huye de nosotros. Los pájaros ya no cantan. Hablan. Un lenguaje incómodo. Preciso. Las tijeras son profetas. Algo se trama. Ya nadie guarda secretos. Los colores ya no dicen nada. Algo aguardan. Los sonidos parecen venidos de nosotros mismos. Ya nada es externo. Ajeno. Incógnito. Algo se trama. Ya a nadie le importa la mugre bajo las uñas. Trapisonda en vela. Humilde. El rey ordena lo que ya todos saben. Las gargantas saben a hierro. Algunos caminos se proyectan a bien llevarnos lejos. El ápside olvida su grandeza. Los perros amblan a destiempos. Los espejos ya no espantan. Calabobos tersos. Ágiles. Los árboles ya no cuentan los días. Armonía encuchimizada. Ya nadie va a los parques. Septentriones trafulcados. Aritméticas alevosas se desprenden de los astros. Dios parece querer tomar la palabra. Algo se trama. Si no, ¿cómo explicar que los tramposos se reposan de un breve sueño? Que tú, amor, ya no te despiertas. Algo, sin duda, se trama. Y esta muerte me espera quedita. Como el juego al vencedor, como el yuntero a la madre tierra. Todos callan el lastre de las leyes impuestas. Todos somos muerte, ardor y arena. Algo se trama y, al fin, no es culpa de ella.
1 comentario:
chale, mil veces el de las nalgas. a cuando un poeta de la felicidad y no esos que andan jalando el moco todo el dia.
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