Esta entrada es previsible: mas que tristeza, un ánimo de entender. No, no de entender –ya me equivoco, creo–, sino de recopilar recuerdos con ya cantado soundtrack. MJ como influencia, sí, pero me parece que no terminamos de entenderlo. Nos pasa seguido: somos incapaces de evaluar si no ponemos distancia de por medio. Ahora, se nos vino encima el pretexto: ¿hasta dónde llega su legado? Se discutirá mucho y con mejor tino en muchos otros lados. Aquí, me interesa la experiencia personal. Lo primero: la imagen de una boda muy reciente y “Billy Jean” como uniformización de gustos. ¿Quién otro puede jactarse de ello? Y otras cosas: el calcetín blanco como emblema, la cancelación de un concierto en Monterrey, el ánimo, la frecuencia en los medios, su indispensabilidad en cualquier lado donde se mueva al baile. Repito: no es tristeza, es desasosiego. MJ, todo discreción, estará dando de brincos en algún lado mejor.
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