martes, 28 de octubre de 2008

La ignorancia como argumento

No, no vayan a creer que la idiotez es monopolio de defensores del petróleo sacrosanto, mexicano y supranacional. Por otros lados, con excesiva regularidad, se ven cosas así...

 

(de la sección WTF? del fantástico blog www.microsiervos.com)

 

lunes, 27 de octubre de 2008

De lo universal como hilo conductor

"Malheridos", de Pedro Ángel Palou

Algo funciona. Algo funciona y la proximidad de la novela perfecta no deja de rondarnos apenas avanzamos. Las primeras líneas dicen ya mucho: el autor es capaz de darle a su novela una libertad que asusta a los puristas de la obra de autor. El autor es quien menos existe en esta novela. No pesa decir esto: la autoría como ausencia es tan válida como aquella que deja huellas entrelienadas. ¿Logró el poblano la novela perfecta? Quizás no. Quizás sí. Nada hay que reprocharle.

Algo funciona. Algo funciona porque la prosa es sospechosamente sabrosa: ¿estará jugando el autor con nosotros? Qué fácil es perderse entre esas frases llenas de tanto sentido, pienso, mientras solo alcanzo a mirarme ya saliendo de la trama: un impasse francamente literario del que se no vuelve inmune. Somos tolerantes a casi cualquier cosa, menos a lo que se convierte en nosotros.

Algo funciona. Algo funciona porque se presume la inminencia de la universalidad. ¿Lo es, en realidad? Me parece que, al menos en este caso, sí. "Malheridos" parece haber sido escrita en cualquier parte, en cualquiera de los momentos comprendidos entre Auschwitz y el día de hoy que será también el día de mañana. Atención: novela de Holocausto y no. Irremediablemente, la experiencia concentracionaria anda por ahí -repartiendo una culpa que no termina de encontrar su lugar- y construye escenarios, pero no los escribe. La novela se escribe desde otra parte, desde donde pareciera que se puede mirar la Historia sin sonrojo y sin meter mucho la mano. La novela se escribe desde lo más humano: el deseo y la violencia. La novela es humana, muy humana. Parte de ello nos alcanza a golpear, advierto.

Algo funciona. Algo funciona y me toma por sorpresa. Novela-escalón, novela de entremés: eso pensé. Lo sé: incurrí en el error de bajar la guardia. Pero cómo disfruté, sí, el descenso voluntario. Las últimas líneas solo confirmaron mi derrota: algo que no era yo, ya soy yo. Algo funciona, les digo.

jueves, 23 de octubre de 2008

Otro de Gonzalo Rojas

A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro

Bésense en la boca, lésbicas
baudelerianas, árdanse, aliméntense
o no por el tacto rubio de los pelos, largo
a largo el hueso gozoso, vívanse
la una a la otra en la sábana
perversa,
                y
áureas y serpientes ríanse
del vicio en el
encantamiento flexible, total
está lloviendo peste por todas partes de una costa
a otra de la Especie, torrencial
el semen ciego en su granizo mortuorio
del Este lúgubre
al Oeste, a juzgar
por el sonido y la furia del
espectáculo.
                   Así,
equívocas doncellas, húndanse, acéitense
locas de alto a bajo, jueguen
a eso, ábranse al abismo, ciérrense
como dos grandes orquídeas, diástole y sístole
de un mismo espejo.
                                De ustedes
se dirá que amaron la trizadura.
Nadie va a hablar de belleza.

martes, 21 de octubre de 2008

Con muchas ganas de releer "Los hermanos Karamazov"

 

“Ningún autor es clásico por aburrido”

- Jorge Ibargüengoitia

 

80 años de Jorge Ibargüengoitia


En Guanajuato, preguntando por la casa donde vivió y escribió Jorge Ibargüengoitia: "Buenas tardes, ¿cómo llego a la casa de Ibargüengoitia" - ¿De quién?". Salgo. Termino pidiendo una cerveza en una terraza cercana, pensando.

Con Óscar y Maite, en Zacatecas. Vamos al Museo de Arte Moderno, ese con mucho Manuel Felguérez. Por ahí, una foto del pintor con su amigo, Jorge. Leemos una nota del escritor a propósito del pintor. Damos con el brinco necesario para abordar un museo ya de sí impresionante.

Entre un volumen exagerado, copas quizás de más, gente que bailaba, esquivando rostros conocidos, hablando de literatura mexicana con mi amigo David, me suelta de sopetón: "¿Ya leíste a Ibargüengoitia?" y, probablemente sin saberlo, provoca lo que más tarde será un descubrimiento y sonrisa para toda la vida.

"Dos crímenes" en un oscuro cine de Monterrey. Mis amigos Adolfo y Roberto van conmigo. Salimos sin decir mucho, dos o tres frases necesarias: creo que todos, callados, llevábamos lo mejor.

Guillermo Sheridan como continuidad. Que se aguanten los pretéritos puristas.

Exposición de Joy Laville en Monterrey. Pensamos en Jorge Ibargüengoitia, cómo no. Por la tarde, releemos artículos divertidísimos de Instrucciones para vivir en México. No sabemos, luego, si reimos del retrato.



viernes, 17 de octubre de 2008

El cine francés quiere volver



Ya se dieron cuenta los franceses: así como en la música están dando muchísimo que hablar produciendo un black metal que -ya lo he dicho por ahí- no es sino una recuperación de lo sombrío, en el cine van por lo mismo: no es la comedia romántica ni el drama social donde se encontrarán nicho, sino en el cine violento, gore, extremo. Acerquémonos.

(en pantalla, los cortos de "Martyrs")

Metallica en Guadalajara, ayer


Metallica, ¿en los Premios MTV Latinoamérica? ¿Presentados por Juanes? Pues, bueno, eh, ¿por qué no? Y entregando una versión en vivo cañera y muy desenfrenada de "The day that never comes". A disfrutarse todo el fin de semana...

jueves, 16 de octubre de 2008

De los foros de discusión de música clásica de Amazon, el humor...

 

When Leopold Stokowski was first appointed conductor of the Philadelphia Orchestra in 1912, he began to program his now famous orchestral transcriptions of the then almost forgotten J. S. Bach. After a concert, a female patron approached Stokowski and went on and on about what a great composer Bach was and wanted to know if he was still composing, to which Stokowski replied, "No madam, he is decomposing."

 

Max Reger's response to a music critic: “I am sitting in the smallest room of my house. I have your review before me. In a moment, it will be behind me.”

Stravinsky on Vivaldi: “Vivaldi was a very boring man who wrote the same concerto over and over.”

 

Reputedly, Sibelius once said to Carl Nielsen, “Nielsen, your music will be remembered after Beethoven's has been forgotten...but not before then.”

 

Sir Malcolm Sargent was once asked what one had to know in order to play the cymbals. “Nothing,” he replied, “just when.”

 

Artur Schnabel: “You may find this hard to believe, but Igor Stravinsky has actually published in the papers the statement, 'Music, to be great, must be completely cold and unemotional'! And last Sunday, I was having breakfast with Arnold Schoenberg, and I said to him, 'Can you imagine that Stravinsky actually made the statement that music, to be great, must be cold and unemotional?' At this, Schoenberg got furious and said, 'I said that first!'”

 

miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Hay esperanza para la humanidad?

Apocalíptico...

Atroz...

Indescriptible...

Guillaume Depardieu, un solo papel


Sí, a Guillaume Depardieu lo vi en un papel maravilloso, hace un montón de años, en Monterrey, cuando los alumnos de arquitectura y de comunicaciones hacían las veces de salvavidas en una ciudad sin cine, antes de la Cineteca y de los veranos en el Museo de Historia y ya con ratas y butacas decadentes en el Plaza Monterrey. La peli es "Tous les matins du monde" ("Todas las mañanas del mundo"), dirigida por Alain Corneau, con guión de Pascal Quignard. Véanla. Antier murió Guillaume, 37 años. No he visto otra peli con él. ¿Hace falta?

lunes, 13 de octubre de 2008

Elogio, que en boca de otro sería afrenta


Nada, que ayer iba y venía entre el resquicio de un tercer juego de la serie entre los Dodgers y los Phillies y la peli "Dos tipos de cuidado", fácilmente una de las más divertidas que he visto. Claro, uno la mira y se ríe y disfruta, sí, pero sin dejar de ver en ella, también, la representación de nuestra psique: pura suma algebraica de modos y costumbres del mexicano. Ni qué decir: la apología del valemadrismo, la exaltación del machismo, todo bien aderezado con mucho de alcohol y de bravuconada pero, eso sí, todos bien honestos y bien honrados.

martes, 7 de octubre de 2008

Descubrimiento de la luz

 

L’absolu, c’est impossible de saisir,

pero entre dudas lumínicas y virajes

medianamente extraños, alcanzó a

darse cuenta de su trampa:

 

                                y es que eso de mirarse a un espejo

                                termina por desentendernos,

                                adheridos como estábamos a la

                                improvisada inteligencia

 

en un espejo y tomado de un hilo,

Nicolas de Staël, rojo, un poco

resentido

                                se ciega                                                 y esa vida

                                se le va en un descuido

 

lunes, 6 de octubre de 2008

Numeralia -o la que vale y todo lo demás es una extensión de:

www.3.14159265358979323846264338327950288419716939937510.com

eme e acento equis i ce y o

Me pregunta, uno de los colegas en la oficina, mi impresión acerca del comportamiento humano ante el desastre: ¿somos una sociedad solidaria en esta inundación? ¿O somos más bien apáticos? Y no sé qué responder. Veo, sí, que gente va y viene y se preocupa y ayuda y todo. Pero los demás, ¿qué hacemos? Poco o nada. Lo penoso es que esos que ayudan lo hacen llevados por la tragedia. ¿O me van a venir a decir que nuestra sociedad es solidaria porque sí? No, no lo es. Una cubeta llena de cangrejos, eso sí que somos. Insisto: la culpa de la inundación, la culpa de nuestro atraso cada vez más evidente, la culpa de nuestra ignorancia es de nosotros mismos. Achacar al gobierno, o a la malhadada ubicación geográfica (que nos hace banqueta de tormentas), o al complot de los ricos, o al complot de los pobres, o a Europa, o a Estados Unidos, o a quien sea, es una necedad y una irresponsabilidad: los culpables somos nosotros. ¿Cómo es posible, coño, que nos sorprendan los gobiernos corruptos e ineficientes cuando todos los días practicamos esa bajísima forma del descaro que ofende a la mínima civilidad? Porque tiramos basura a la calle, porque conectamos nuestros desagües al río, porque nos estacionamos en doble fila (y creemos aún que es nuestro derecho), porque pedimos y damos mordidas, porque nos esforzamos en que las cosas nomás no funcionen, porque manejamos como si nos hubiesen extirpado el cerebro, porque no sabemos ni tirar penales ni pegar jonrones, porque no sabemos ni leer ni escribir, porque golpeamos a nuestras mujeres e hijos, porque no denunciamos a quienes nos golpean, porque utilizamos una calculadora para sumar 60 más 40, porque el agandalle no es sino un modus operandi, porque TODO se nos olvida en meses, porque votamos sin saber ni a quién, porque exigimos sin saber ni qué, porque hacemos caso a “líderes” que avergonzarían a las izquierdas africanas, porque vivimos mal informados y lo aceptamos, porque somos unos agachones, porque no tenemos la menor idea del uso de las luces direccionales (que nuestros semejantes desarrollen la telepatía, mejor), porque antes que trabajar mejor pedimos, porque es mejor ver televisión que ayudarnos, porque no leemos ni medio libro al año (y eso, los universitarios, que no saben ni gramática ni matemáticas básicas), porque creemos que la cocacola sirve para cocinar y para detener la diarrea, porque no nos importa el resultado sino el espectáculo, porque nos quejamos pero no hacemos nada, porque mejor la piratería que la calidad, porque mucho de lo que admiramos es apología del narco y de la corrupción, porque etc.  Me queda clarísimo que tenemos el gobierno, la sociedad y la vida que nos merecemos. Me extraña que nos vaya bien, a pesar de nosotros mismos...

 

viernes, 3 de octubre de 2008

Sucedáneo

jueves, 2 de octubre de 2008

Ante las aguas, el humor de donde menos...

La conjunción de la zozobra inminente y el disfrute egoísta de dos físicos demasiado estereotipados (guiño a The Big Bang Theory) me deja con ganas de reírme un rato. Y así, de repente, entre las risas, el recuerdo: Alcántara, compañero mío de la carrera de Ingeniero Físico Industrial en el Tec, era un divertido –a su manera, claro: era un acechador implacable y testarudo de singularidades. Una singularidad, explicado como lo entiendo, no es sino ese punto exacto que hace que una función matemática se indetermine, deje de tener significado (p. ej., dividir por cero). Encontrarle sabor a buscarle y rebuscarle a las funciones que veíamos en clase –y fuera de ella– su singularidad puede parecernos fútil y hasta fastidioso, pero ¡ah, cómo se divertía Alcántara!, la clase entera mirando atento el pizarrón para después de un rato, todo sonrisa, levantar la mano y preguntar: “Profesor, ¿qué pasa si sustituyo x^2 en el denominador por (c – y)^3?” – “La función se indetermina”. Pregunta retórica la de Alcántara y ya la envidiable satisfacción de quien dio en el blanco. Y nada, que me acordé de eso y de otras cosas. Coño, hasta los físicos podemos ser divertidos...