El misterio, como envoltorio de las cosas quietas, no es sino el asomo a lo que tememos y deseamos a la vez. Casi cualquier cosa se nos vuelve pánico entre las manos, mal mirada la cosa. ¿Futuro? Lo próximo o lo inminente dan lo mismo si la estancia es definida por cualquier cosa que no valga la pena. Y de esto, ya sabemos, hay mucho. Cualquier mirada anticipada debe abarcar, lo menos, todo lo que quepa entre dos sorpresas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario