viernes, 18 de enero de 2008

¡Qué bonito es lo bonito!

Lo nacional se funde las más de las veces con una muy inapropiada forma del humorismo. Totalmente involuntario, el mexicano es capaz de la más pura vacilada. Que sirva de documento...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ja ja ja, muy buenos cabron...ínches mexicanos...somos capaces de cualquier chingadera...

Anónimo dijo...

a mi en realidad me da pena. y me dan ganas de mandar a la hoguera a los maestros de las escuelas primarias y secundarias, especialmente las públicas, pues cortan de raíz las posibilidades de que esos niños y adolescentes salgan adelante...